domingo, 30 de octubre de 2011

FORO ROMANO

                 FORO ROMANO




Roma, la gran metrópoli, se había convertido en ruinas en la Edad Media, y los fragmentos ruinosos de la antigüedad se convirtieron en testigos silenciosos de un esplendor desvanecido: cuan grande fue Roma una vez, se aprecia todavía en sus ruinas.



La vieja polémica entre lo viejo y lo nuevo, entre mantener las ruinas de un pasado glorioso o restaurarlas a como dé lugar, cada tanto reverdece. Pero otras veces, la polémica simplemente deja paso a la contemplación entre admirada y respetuosa. Es lo que ocurre con las ruinas romanas, las que están en la propia Roma o las que se encuentran en cualquiera de las ciudades fundadas por el Imperio a lo largo y a lo ancho de lo que rodeaba el Mare Nostrum, es decir, el Mar Mediterráneo (Nuestro Mar). La cultura del Imperio Romano, esa "romanidad" sembrada en cada uno de los territorios conquistados, se percibe en múltiples escenarios que van desde la arquitectura, la pintura y la escultura, hasta el Derecho, la ciencia, la literatura, el teatro, la ingeniería, la política, la religión o la mitología. Y si bien esa romanidad le debe mucho a su maestra, la Antigua Grecia, no es menos importante el aporte fundante de otros pueblos, como los etruscos, y como los de cada uno de los pueblos a los que Roma incorporaba a sus territorios. Pero la importancia de Roma radicó, precisamente, en que con sus conquistas, difundió como ninguna otra cultura una forma de ser y de vivir. Esto se percibe ya desde la manera en que las ciudades romanas eran fundadas, allí donde iban. Con el esquema básico del campamento militar, en cada ciudad se diseñaba una "cuadrícula" partiendo de dos calles principales: el cardo y eldecumano, trazadas en forma perpendicular, y a partir de ellas se ubicaban las otras "calles" así como los principales edificios funcionales a las diferentes actividades. A medida que crecían y se desarrollaban, todas las ciudades fundadas contaban con sus templos, sus baños públicos, sus termas, teatros, anfiteatros, acueductos, calles empedradas, mercados y palestra. Muchas de las famosas capitales de la Europa actual o de ciudades del Norte de África, conservan esas antiguas calles principales como parte de la propia ciudad actual.





Pero si algo definía a la ciudad romana era el FORO. El foro era el centro, el corazón de la vida pública de los romanos, tanto en la propia Roma como en cualquiera de las ciudades romanas que fueran creadas por el Imperio. Allí se concentraban los edificios más importantes de la vida ciudadana, los relacionados con la política, el comercio y la justicia. Allí estaban las basílicas (donde se exponían los casos legales), por ejemplo, edificios que luego sirvieron como modelo arquitectónico para los primeros templos cristianos; la Curia (antigua cámara del Senado), los templos y los arcos de triunfo. Y también estaba la rostra, una especie de plataforma en la que se realizaban los discursos públicos. El foro era el escenario de los grandes acontecimientos políticos de la ciudad, y su forma tanto como su significado fueron trasplantados también a América, especialmente por vía de los conquistadores españoles. Nuestra Plaza de Mayo, con su Casa Rosada (de gobierno), la catedral, el Banco Central, el Ministerio de Economía, el Cabildo y el palacio comunal, es lo más parecido al foro romano que pudimos tener. Y su carga simbólica respecto de la vida ciudadana todavía hoy, dan fe de ello. Decir "ir a la Plaza" o manifestarse en la plaza, en nuestra vida ciudadana, es lo más parecido a lo que representaba "ir al foro" para los romanos. De manera que es más a los romanos que se lo debemos, que a los españoles.
El descubrimiento de una casi intacta Pompeya gracias (o por culpa de) a la erupción del Vesubio, permitió tener un testimonio excelente de lo que pudo haber sido una ciudad romana, y permitió también, en su momento, revalorizar muchas riquezas artísticas que, durante la Edad Media, habían sido dejadas de lado por la irrupción del cristianismo.

Pero la noticia hoy con respecto al Foro Romano la da el diario La República, de Italia.  Se cuenta que, a partir de ahora, el foro romano estará iluminado durante la noche, hasta las 2 de la mañana. Apenas media hora después de la caída del sol, cuarenta reflectores estallarán  iluminando 9 de los principales monumentos del foro, transformando la penumbra nocturna en una serie de islas iluminadas.



Como dicen los arqueólogos, el pasado no se encuentra "hacia atrás", sino "hacia abajo". Por esa razón muchos yacimientos arqueológicos se encuentran a un nivel bastante más bajo que el de la ciudad o el territorio. Esto también ocurre con el actual foro romano.

Si bien las ruinas de un pasado glorioso convocan el entusiasmo de propios y extraños, también es generalizado el interés que despiertan las reconstrucciones. Es muy famosa una espectacular maqueta de enormes dimensiones que se encuentra en el Museo de la Civiltá romana (en el EUR), y que muestra cómo debió ser la Roma de la época de Augusto.


 también existen reconstrucciones gráficas, en las que se superponen por transparencia dichas imágenes sobre fotografías actuales de los mismos edificios:




                                                  
                                                








lunes, 17 de octubre de 2011

MARCO VITRUVIO

             MARCO VITRUVIO 



Fue arquitecto de Julio César durante su juventud, y al retirarse del servicio entró en la arquitectura civil, siendo de este periodo su única obra conocida, la basílica de Fanum (en Italia). Es el autor del tratado sobre arquitectura más antiguo que se conserva y el único de la Antigüedad clásica, De Architectura, en 10 libros (probablemente escrito entre los años 23 y 27 adC). Inspirada en teóricos helenísticos -se refiere expresamente a inventos del gran Ctesibio- la obra trata sobre órdenes, materiales, técnicas decorativas, construcción, tipos de edificios,hidráulicacoloresmecánica y gnomónica (Libro IX).
El último libro está dedicado a las máquinas: de tracción, elevadoras de agua, y todo tipo de artefactos bélicos (catapultas, ballestas, tortugas, etc.). Vitruvio describió muy bien la rueda hidráulica, en el cap. X.5. La rueda de Vitruvio era vertical y el agua la empujaba por abajo; unos engranajes tenían la finalidad de cambiar la dirección del giro y aumentar la velocidad de las muelas; se calcula que con la energía producida por una de estas ruedas se podían moler 150 kg de trigo por hora, mientras que dos esclavos solo molían 7 kg.1
De Architectura, conocido y empleado en la Edad Media, se reeditó en Roma en 1486, ofreciendo al artista del Renacimiento, imbuido de la admiración por las virtudes de la cultura clásica tan propio de la época, un canal privilegiado mediante el que reproducir las formas arquitectónicas de la antigüedad greco-latina. Posteriormente, se publicó en la mayor parte de los países y todavía hoy constituye una fuente documental insustituible, también por las informaciones que aporta sobre la pintura y la escultura griegas y romanas. El famoso dibujo deLeonardo da Vinci, el Hombre de Vitruvio, sobre las proporciones del hombre está basado en las indicaciones dadas en esta obra. El dibujo se conserva ahora en la Galleria dell'Accademia, en Venecia. El gran redescubridor de Vitruvio fue Petrarca y tras la difusión por el florentino de la obra de este autor clásico, se puede afirmar que Vitruvio sentó las bases de la arquitectura Renacentista.2
Las imágenes que ilustran la obra de Vitruvio, en sus ediciones hasta el siglo XVIII, no sólo aclaran y embellecen el tratado grecorromano sino que son expresión de distintas intenciones y usos que ese hermoso libro ha tenido en la modernidad europea.






Vitruvio parece haber sido un hombre cultivado, tenía un profundo conocimiento de los escritos anteriores griegos y romanos que hoy se han perdido. Hay una lista de estas obras en la introducción del libro VII; la mayor parte de ellas describían un templo. Dos de los escritos eran sobre proporciones, y nada menos que nueve hablaban de las "leyes de la simetría", que en terminología moderna significa en su mayor parte los sistemas de medición de módulos.

Vitruvio trata no sólo un tema sino varias finalidades prácticas de la construcción, cada una de ellas en un capítulo separado del libro. El tratado puede verse como una colección de teorías temáticas paralelas del diseño. Vitruvio no da métodos para combinarlas en una síntesis, solamente presenta una clasificación (I:3:2) de todo el conjunto de requisitos para construcciones:

    • durabilidad (firmitas)
    • utilidad o "conveniencia" (utilitas)
    • agradabilidad (venustas).









                   




miércoles, 12 de octubre de 2011

CIVILIZACION ROMANA

            CIVILIZACIÓN ROMANA


El Imperio romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que le enfrentó a Pompeyo y al Senado, César se había erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictator perpetuus (dictador a perpetuidad).
 Tal osadía no agradó a los miembros más conservadores del Senado romano, que conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de la República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. 
El precedente no pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su antiguo aliado, Marco Antonio, unido a la Reina Cleopatra de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.





Estructura de la legión


Una legión romana (el emblema de la que era un águila plateada) consistía en diez cohortes (con su respectivo estandarte) cada una de ellas con cinco o seis centurias de cien hombres (subdivididas en decurias), contando pues cada legión 5.000 o 6.000 hombres de infantería, divididos en cincuenta o sesenta centurias. Contaba también con las guerrillas regulares auxiliares y de caballería (alae) ciento veinte hombres de caballería.
El nombramiento de los legatus legionis, lugartenientes de la legión con funciones de pretor, asistidos por tribunos militares designados todos ellos por el gobernador provincial o por el Emperador, que también podían nombrar a los centuriones.
Junto a los legados de la legión estaban los benefiaciarii (encargados de misiones de confianza), los strato (escuderos), los comentarienses (archiveros), los cornicularii (contadores ) y los actuario (escribientes). Los tribunos militares se dividían en laticlavii ( afectos a la administración) y angusticlavii (misiones propiamente militares). Los centuriones los auxiliaba un oficial secundario llamado optio, algunos de los cuales también ejercían funciones administrativas. En caballería el suboficial que mandaba una turma (nuevo jinetes) era llamado decurión. Otros suboficiales eran eltesserarius (equivalente a un sargento), el' 'signifer o vexillarius (portaestandartes), el aquilifer (el portador de el águila legionaria), el campiductor(instructor) y el pecunarius (furriel).




            


Las cohortes


Se estructuraron varias cohortes especializadas: las de infantería (peditata), la de caballería o mixta (equitativa), la policial (togata), la de vigilancia (excubitoria), la de guarnición en una ciudad (urbana), la encargada de apagar incendios (Vigilio) y la encargada de la guardia y custodia imperial o de un caudillo (Praetoriana ). Esta guardia personal del general en jefe fue habitual en el Imperio. Existía el cuartel general (Guardia Pretoriana o guardia del general en jefe) los miembros tenían más sueldo y estaban dispensados de los trabajos del campamento, y que llegaron a ser los árbitros del Imperio.

Las cohortes se estructuraban en diez filas de 40 o 60 hileras que en tiempos de Trajano se redujeron a cinco filas. Con Adriano surgió la cohorte familiar (compuesta de 1.200 soldados escogidos) mientras las restantes cohortes fueron llamadas quingentariesy contaban 500 soldados. Desde el reinado de Adriano el reclutamiento se hizo exclusivamente en las provincias donde servía la Legión.




Las centurias


Las centurias estaban al mando de centuriones (el centurión de más prestigio era el primus pilus habitualmente el más veterano), por encima del cual había seis tribunos de la legión de rango ecuestre, y el legatus de la legión, de rango senatorial, que había sido anteriormente pretor (en las provincias donde solo había una legión, el legatus de la provincia y el de la Legión era la misma persona).



Equipamiento


El equipamiento de los legionarios cambiaba sustancialmente dependiendo del rango. Durante las campañas, los legionarios iban equipados con armadura (lorica segmentata), escudo (scutum), casco (galae), una lanza pesada y una ligera (pilum), una espada corta (gladius), una daga (pugio), un par de sandalias (caligae), una sarcina (mochila de marcha), y comida y agua para dos semanas, equipo de cocina, dos estacas (Sude murale) para la construcción de muros, y una pala o cesta.







ECONOMÍA




La economía del Imperio Romano era la propia de un imperio esclavista; los esclavos trabajaban, obviamente sin remuneración alguna, lo cual producía una enorme riqueza. Las diferentes ciudades y provincias estaban conectadas por una red de comunicaciones, vías y puertos, que fomentaban el comercio notablemente.

Aunque la vida se centraba en las ciudades, la mayoría de los habitantes vivían en el campo con un buen nivel, donde cultivaban la tierra y cuidaban el ganado. Los cultivos más importantes eran el trigo, la cebada, la viña y los olivos, también árboles frutales, hortalizas y legumbres. Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas introduciendo el arado romano,molinos más eficaces, como el grano, el prensado de aceite, técnicas de regadío y el uso de abono.

SOCIEDAD

La sociedad romana original (comienzos de la República) se configura de dos clases sociales que tenían la ciudadanía romana: una aristocracia de propietarios (patriciipatricios) y una clase popular que luchaba por conseguir derechos (plebsplebeyos). Como ya se ha dicho anteriormente, la economía estaba basada en el sistema de producción esclavista, donde la mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra. Existían mercados de esclavos donde se comerciaba con ellos como si fuesen simples mercancías.
Así pues la sociedad romana en su orígenes estaba dividida en:

  • Patricios eran la clase dominante que poseía todos los privilegios tanto fiscales, como judiciales, políticos y también culturales.



  • Plebeyos: eran el pueblo que no gozaba de todos los derechos ni privilegios.




  • Esclavos:no tenían derechos y eran posesión de sus amos. El esclavismo era toda una institución social en Roma. No fue un esclavismo de raza, como sí lo sería siglos después. En Roma cualquiera podía ser esclavo; la fuente de esclavos provenía sobre todo de pueblos conquistados, pero también de delincuentes u otra gente que fuera degradada a esa clase social por algún motivo. En realidad el esclavismo no era más que la clase social más baja. Y como toda clase, también era posible ascender a veces comprando la propia libertad, o simplemente por el deseo expreso del amo que se formalizaba con el acto de manumisión, un privilegio exclusivo de todo propietario que convertía al esclavo en liberto (esclavo liberado)








sábado, 1 de octubre de 2011

GRECIA

       CIUDAD - ESTADO DE GRECIA



Desde un punto de vista histórico la ciudad-estado en Grecia no era sino la comunidad aldeana en una fase superior de fusión o progreso: un mercado común, un lugar de reuniones, un centro judicial para todos los labradores de una misma comarca, que pertenecía a la misma estirpe y adoraban al mismo Dios.
Desde un punto de vista político, la ciudad-estado fue expresión del más perfecto equilibrio a que los griegos podían llegar entre esos dos factores de la sociedad humana, opuestos y oscilantes, que son el orden y la libertad.




Aristóteles concebía el Estado como una asociación de hombres libres que reconocen un mismo gobierno y que pueden reunirse en asambleas, estimando no ser viable aquel que tuviera más de 10 mil ciudadanos. En lengua griega la palabra polis significaba, a la vez, ciudad y estado.
Las nuevas colonias también se convirtieron en polis políticamente independientes de la metrópoli (polis madre), pero mantuvieron estrechos vínculos religiosos, económicos y culturales. Estas colonias fueron uno de los factores del desarrollo económico de Grecia en este período.
Los siglos V y IV a.C. corresponden al apogeo de las grandes ciudades-estado independientes, entre las que destacan las polis de Atenas y Esparta.
La diferencia de intereses económicos y políticos mantenía separadas a las ciudades. Luchaban entre sí, en el afán de conseguir lejanos mercados o de abastecerse de cereales, o bien formaban alianzas rivales para alcanzar el dominio del mar.
Fue así como cada uno de estos grandes estados (Esparta y Atenas) absorbió a sus débiles vecinos en una liga o confederación dirigida bajo su control. Esparta, estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto. La unificación del Ática, por el contrario, se realizó de forma pacífica y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas.




Contribuía a esas divisiones la diversidad de origen, pues si bien los griegos se estimaban pertenecientes a una misma raza, la peculiaridad de los distintos grupos tribales de eolios, jonios, aqueos y dorios era vivamente sentida, y Atenas y Esparta se odiaban con gran virulencia. Las diferencias de religión también fomentaban las divisiones políticas, y éstas, a su vez, contribuían a ahondar a aquellas. Los cultos privativos de cada localidad y clan dieron lugar a festivales y calendarios diversos y a diferentes costumbres, leyes y tribunales.
Es bien sabido que los Helenos no lograron realizar la unidad política, cabe, pues, hablar de civilización griega o helénica, pero no de un estado helénico, y por eso la historia política de los griegos es la historia de las luchas incesantes entre las diversas ciudades que deseaban imponer su hegemonía a las otras. Empero, sin la ciudad-estado, Grecia no habría existido.
La Grecia Antigua dejó un espíritu encendido en el convencimiento de que el hombre es un ser libre y en verdad sublime. Para los griegos, todas las cosas de la vida debían disfrutarse con moderación. Aprendieron a mantener sus cuerpos tan sanos como sus mentes, a poner orden en el desorden y a vivir en armonía con sus conciudadanos.
Los griegos tenían igual respeto por el valor mental como por el físico, puesto que creían que la vida ideal era la que transcurría en pos de conseguir la excelencia en todas las cosas. Un hombre completo debía ser igualmente activo como atleta, filósofo, juez, poeta o cualquier otro empeño de valor. El filósofo Sócrates trabajó un tiempo como aprendiz de escultor; Sófocles no sólo actuó como general sino que en distintas ocasiones fue tesorero del Estado, diplomático y sacerdote.

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El Partenón, en Atenas.


















Al principio del período, los griegos se unieron para derrotar a los temidos persas (conocidos también como medos) en las llamadas guerras médicas. Tras la victoria, Atenas se convirtió en la potencia hegemónica de la Liga de Delos, alianza que se había formado para defenderse de los persas. En política interior los atenienses consolidaron el sistema político conocido con el nombre de democracia, gobierno del pueblo, y en política exterior se convirtieron en la gran potencia político-militar de la Hélade, lo que les acarreó gran número de enemigos. Este periodo es denominado como la Edad de Oro de Atenas, o Siglo de Pericles, en honor al gobernante que llevó a Atenas a su máximo esplendor.
Durante el mandato de Pericles se construyeron el Partenón, el Erecteion y otros grandes edificios. El teatro griego alcanzó su máxima expresión con las obras trágicas de autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides, y el autor de comedias Aristófanes. Tucídides y Heródoto fueron famosos historiadores, y el filósofo Sócrates fue otra figura de la Atenas de Pericles quien hizo de la ciudad un centro artístico y cultural sin rival.
Las diferencias entre Atenas y Esparta desembocaron en la destructora guerra del Peloponeso, en la que participaron casi todos los griegos unidos a uno u otro bando. La guerra duró hasta el 404 a.C. y acabó con la derrota de los atenienses y el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.
Aprovechando la confusión y debilidad de los contendientes en las Guerras del Peloponeso, el rey Filipo II de Macedonia convirtió su reino en la nueva potencia de la Hélade. Macedonia no estaba desgastada por las luchas y disponía de recursos naturales (cereales, oro y madera). La batalla de Queronea (338 a.C.) le permitió anexionarse Atenas y Tebas. Tras la muerte de Filipo II, su hijo Alejandro Magno conquistó Persia y dirigió sus ejércitos hacia Egipto y la India, formando un gran imperio.
Tras su muerte en Babilonia (323 a.C.) sus generales se repartieron sus posesiones. Con Alejandro desaparecía el antiguo poder de los griegos, pero no su cultura que, fusionada con la oriental, dio origen al mundo helenístico.